La responsabilidad: un concepto central - columna vertebral de la ética del siglo XXI

image responsabilite.jpg (0.4MB)
Hoy, cuando nuestro poder atenta contra los equilibrios naturales, nuestra responsabilidad se extiende más allá de las relaciones entre las personas, hasta el nivel de la biosfera. Así, la cuestión de la ética de la responsabilidad está en el centro de la Educación para el Medio Ambiente y el Desarrollo Sostenible (EEDD). Se trata, de hecho, de tomar conciencia y asumir nuestras responsabilidades con respecto a nuestro entorno de vida inmediato, al medio ambiente planetario, a las generaciones futuras, a la vida en el planeta.

Objectivos pedagógicos de esta ficha

Presentar el concepto de responsabilidad, sus fundamentos filosóficos, su relación con el ámbito de la EADS y cómo abordarlo en un contexto educativo

Un concepto aniguo

image Sophocles.jpg (24.4kB)
Sophocle
Hay muchas maravillas en este mundo, no más grandes que el hombre. Es el ser que sabe cruzar las grises olas, mientras soplan los vientos del sur y sus tormentas, y que va por su camino hasta el fondo de las altas olas que le cubrían el abismo.
Es el ser que atormenta a la diosa augusta entre todas, la Tierra, la Tierra eterna e infatigable, con sus arados que van sin tregua recorriendo la tierra todos los años, el que la hace arar por los productos de sus escapadas.
Aves aturdidas, animales salvajes, peces que pueblan los mares, todos, los encierra y los atrapa en las mallas de sus redes, el hombre ingenioso.
Por sus artes, es el amo de las bestias indómitas que corren por los montes, y, llegado el momento, caerá bajo un yugo que envuelve su cuello y el caballo en la gruesa melena y el infatigable toro de las montañas. … …
Pero, dueño de un saber cuyos ingeniosos recursos superan toda esperanza, puede emprender luego el camino del mal y del bien

Sophocle Antigone.


En este elogio a la inteligencia y al ingenio del ser humano – de 2.500 años de edad– se ve al hombre como maestro de la naturaleza, capaz de doblegar las circunstancias a su propio querer y a su necesidad.

Lo que no se dice, pero que se sobreentiende en esta época, es el conocimiento de que, a pesar de su poder, el ser humano sigue siendo todavía pequeño en comparación con los elementos naturales. Todas sus intervenciones no alteran la naturaleza y no disminuyen sus fuerzas creativas.

Desde entonces, y durante mucho tiempo, los humanos han manejado el planeta sin prestar atención a su equilibrio. Hemos contaminado (aire, agua, suelo…), sobreexplotado los recursos (bosques, materias primas, energías fósiles…), se han extinguido numerosas especies de plantas y animales.

La promesa de la ciencia y la tecnología modernas de mejorar constantemente las condiciones de vida de la humanidad se ha invertido en una amenaza de desastre. Lo que el hombre puede hacer hoy no tiene su equivalente en la experiencia pasada. Una forma de vida, «especie humana», está ahora en condiciones de poner en peligro todas las demás formas de vida y también él mismo.
La constatación de una crisis profunda en nuestro mundo globalizado es evidente: crisis múltiples, económica, ecológica, social. Es importante estar en condiciones de reconocer que se trata de una crisis sistémica: nuestro sistema actual y basado en el equilibrio de la bicicleta: este equilibrio sólo se encuentra en el movimiento, en el crecimiento del consumo, especialmente de energía y recursos naturales, en flagrante contradicción con la finitud de la biosfera» (Calama, 2009). Ahora bien, «todas las crisis de la humanidad planetaria son al mismo tiempo crisis cognitivas» que cuestionan nuestro sistema de conocimientos (Morin, 2011).

Necesitamos una ética del estado de crisis, una ética de la responsabilidad, de la preservación, como proclamaba el filósofo alemán Hans Jonas en los años 70. La ética tradicional, que rige las relaciones de los seres humanos entre sí, ya no puede enseñarnos sobre las normas del «bien» y del «mal», a las que debemos someternos.

En el marco de esta ética tradicional, la naturaleza no constituía un objeto de responsabilidad humana. Se cuidaba a sí misma y al hombre. Hoy, cuando nuestro poder atenta contra los equilibrios naturales, nuestra responsabilidad se extiende más allá de las relaciones entre las personas, hasta el nivel de la biosfera.

La toma de conciencia de las amenazas que pesan sobre la humanidad sólo puede engendrar miedo. Pero, como ha señalado Hans Jonas, el miedo mismo es «la obligación» preliminar de una ética de la responsabilidad. Es un miedo que invita a actuar y se acompaña de la esperanza: ¿qué podríamos hacer para evitar lo peor? Se trata de la valentía de asumir nuestra responsabilidad, transformando nuestro propio temor en un deber de actuar.
Una ética del estado de crisis, una ética de la responsabilidad, por lo tanto, sólo puede ser planetaria. En un momento en que el futuro mismo de la humanidad está amenazado, la ética de la responsabilidad resulta en una obligación hacia la existencia humana: «el hombre debe ser» y llevar una vida digna de ser llamada humana.

El futuro de la naturaleza se entiende como condición sine qua non de esta obligación: «el interés del hombre coincide con el del resto de la vida que es su patria terrena en el sentido más sublime de la palabra». La preservación de la naturaleza es la condición de nuestra propia supervivencia. Así, podemos hablar de «la obligación para con el hombre», para referirnos a las dos obligaciones - con respecto al hombre y a la naturaleza - que están intrínsecamente vinculadas.

Pero también la solidaridad de destino entre el hombre y la naturaleza (de la que hemos tomado conciencia a través del peligro) nos hace redescubrir la dignidad autónoma de la naturaleza y nos ordena respetar su integridad más allá del aspecto utilitario.

image Albert_Einstein_1947.jpg (0.1MB)
Albert Einstein (source Wikipédia)
Un ser humano es parte de todo lo que llamamos el universo, una parte limitada en el tiempo y en el espacio. Separado de los demás en sus pensamientos y en sus sensaciones, experimenta una especie de ilusión óptica de su conciencia.
Esta ilusión es como una prisión que nos limita a nuestros deseos personales y al afecto que reservamos a las pocas personas más cercanas a nosotros. Nuestra tarea debe ser liberarnos de esta prisión ampliando la esfera de nuestra compasión para incluir a todas las criaturas vivas y a toda la naturaleza en toda su belleza. Nadie es capaz de lograr esto de manera completa.

Pero intentar alcanzarlo contribuye de por sí a una parte de nuestra liberación y sienta las bases para nuestra seguridad interior

Albert Einstein, N.Y. Post, November 28, 1972


La cuestión de la ética de la responsabilidad está en el centro de la Educación Ambiental y el Desarrollo Sostenible (EADS). Se trata, de hecho, de tomar conciencia y asumir nuestras responsabilidades con respecto a nuestro entorno de vida inmediato, al medio ambiente planetario, a las generaciones futuras, a la vida en el planeta…

Este lugar crucial de la cuestión de la responsabilidad ante los desafíos medioambientales ya había sido explicado por la UNESCO en 1978, en su definición de los objetivos de la Educación Ambiental, que consisten en «lograr que las personas y las comunidades comprendan la complejidad del medio ambiente, ya sea antropógeno o natural, para poder participar de manera responsable en la prevención y la gestión del medio ambiente» (UNESCO, 1978).

La exigencia de la «participación responsable» indica que la EADS consiste fundamentalmente en una educación para el ejercicio de una ciudadanía consciente y activa.
De hecho, la educación y la comunicación sobre el medio ambiente y el desarrollo sostenible, debido a la complejidad inherente a las cuestiones ambientales, obligan a hacer referencia a:
- Cuestiones de gobernanza: «las reglas de gestión de la casa común en el momento en que la casa común se convierte en el planeta»;
- Cuestiones de una ética global: «nuestra responsabilidad, como ciudadanos del planeta, con respecto a otros grupos sociales, a las generaciones futuras y a la vida en la tierra».

La ética de la responsabilidad se desarrolla en tres niveles:
  • el nivel personal: cómo los valores en los que creemos y nuestras concepciones sobre la cuestión de la responsabilidad influyen en nuestras prácticas y opciones cotidianas;
  • la ética colectiva que define las normas morales o jurídicas de un entorno socioprofesional o de una profesión (declinada en códigos deontológicos y en ‘cartas de responsabilidad’ de diferentes grupos y medios, como los científicos, los periodistas, los habitantes, los militares,…);
  • el nivel de la regulación nacional e internacional que traduce en normas imperativas principios éticos (normas jurídicas a nivel nacional e internacional).

Así pues, en el centro de la transición hacia sociedades sostenibles está la necesidad de adoptar una ética de la responsabilidad que va desde las decisiones individuales hasta el derecho internacional.

Para saber más

- Ver la ficha adjunta "Cómo abordar la cuestión de la responsabilidad en un contexto educativo
image lignefine.png (0.3kB)
image pictobiblio.jpg (5.6kB)
Lien vers: https://etreserasmus.eu/?ResponsabilitE/download&file=biblioresponsable.pdf
Al hacer clic en la viñeta, puede descargar una bibliografía relacionada con los temas abordados en esta página.

Imprimir esta página

image pictopdf.png (2.7kB)
Lien vers: https://etreserasmus.eu/?ResponsabilitEEs/download&file=la_etica_de_la_responsabilidad_pdf.pdf
Al hacer clic en el pictograma, puedes descargar esta página en formato pdf para su impresión. Cualquier uso de este archivo en creative commons debe mencionar la fuente y los autores.

Traducir esta página

You can see a version of this page in English by clicking on the flag

Autora de la ficha : Yolanda Ziaka. Polis

Actualités Un réseau en Europe Vidéothèque